-
Relato negro. No asomes la cabeza
Se lo dije desde el principio. Expuse mis condiciones con franqueza, sin tapujos, hablando claro en todo momento. Ellos me miraban y asentían, pero en el fondo sabía que no me estaban escuchando. Podía verles mirar de reojo a los móviles que descansaban, falsamente ignorados, sobre la isla de mármol de la cocina. Sonreían y…
-
Relato negro. Sólo un trabajo
Las paredes estaban empapadas de sudor y sangre. Brillantes surcos de vaho condensado serpenteaban entre los goterones rojos, a veces grumos pegajosos, que habían llegado hasta las baldosas desde la boca del prisionero. ―Esto no tiene porqué ser así ―le susurró uno de los tres hombres que daban incesantes vueltas a su alrededor. Sintió su…
-
Relato negro. El bosque de agua